sábado, 3 de septiembre de 2005

Sábado 3. Septiembre 2005... Concierto de Julio Castejón y los Trípodes en Guadalix de la Sierra


Cuando a principio de verano, me enteré que Julio Castejón y los Trípodes, volvían a tocar en las fiestas de Guadalix, me alegre, ya que sabia que iba a ser como tocar en casa, y eso es siempre una garantía.
Como no era el primer año que tocaban en este pueblo, ya sabía que la espera podía ser larga, así que me tomé la tarde con calma, y aproveché para ver en televisión algo parecido al fútbol entre España y Canadá, antes de dejarme caer por Guadalix. Cuando llegué a la plaza, ya habían empezado el grupo previo, un power trío, tocando rock instrumental a lo Rush algo mas Funky y bastante potente y muy interesante pero que no llegue a enterarme del nombre del grupo. El concierto, se realizó en la plaza del pueblo, delante de la fachada principal, esa tan famosa desde la que Pepe Isbert dijera hace tanto tiempo lo de Bienvenido Mr Marshall, y que al ser fiesta se mostraba con mucho ambiente, aunque sin estar repleta.
Después de una breve pero intensa actuación, se hizo el cambio de escenario, para que salieran Julio y compañía. El escenario bastante amplio era igual que la anterior visita a Guadalix, con las dos plataformas de la rockorqueta, sobre las que se ubicaban Antonio Sánchez (a la izquierda del escenario) y Carlos Parra (a la derecha). El concierto empezó exactamente como el que había podido ver escasamente un mes antes en Heredades, con El Corazón de la Manzana y Vidas Paralelas encadenadas. El sonido muy bueno desde el primer momento, con los teclados más en primer plano que otras veces, en una mezcla que personalmente me gustó bastante más que en Heredades.
Después de estos dos temas, Julio se acercó al borde del escenario para saludar a la gente, y presentar el siguiente tema. Paco Benítez, aprovechó para saludar a sus hijos, que estaban frente a el junto el escenario. Saludo que repitió varias veces.
Después de una compacta (cada actuación más) interpretación del Viejo del Spray, llegó el turno de los primeros temas de Asfalto. Como ya es normal, el primero en caer fue Espera en el Cielo, con el nuevo inicio que ya vimos estrenar en Heredades, delicioso, aunque pienso que Paco Benítez no estuvo tan fino (lo siento tío, sigues siendo un hacha!!). Nada más empezar el tema, algo ocurrió con la guitatrra negra de Julio, que tuvo que cantar el tema sin tocar ningún instrumento, situación en la que no recuerdo haber visto nunca a Julio. La Gibson desaparecería del escenario y no volvería a aparecer en todo el concierto y Julio tendría que sustituir su habitual Gibson Les Paul negra.
Del ultimo disco de Asfalto, pasaron al primero con el tema Todos los Días.
Esta sección de Asfalto terminaría con un tercer tema, que como en Heredades fue El Hijo de Lindbergh. Esta delicia de tema, sonó de forma soberbia, debido al gran equilibrio de sonido que consiguieron desde la mesa de mezclas para los teclados y la guitarra consiguiendo un gran clímax en su parte intermedia..
Sobrepasada la media hora de concierto, toco el turno a la Voz de la Mañana, un tema alegre donde a Edu, Paco y Julio se les vio radiantes y cómplices con las primeras filas del publico, donde claramente se veía que tenían muchos amigos y familiares.
El siguiente tema, fue el Déjalo Así con un enorme Carlos Parra en un tema en que cada día toma más protagonismo. Le siguió el mítico Mas que una Intención que Julio canto a la guitarra. En ese momento intenté recordar si en otros conciertos no lo había hecho al teclado y no conseguí recordarlo (eso me pasa por haberlos visto tan pocas veces). La que ya no olvidare fue la versión de este día, con un Julio especialmente agresivo con la guitarra, que nos deleitó con un inflamable solo en mitad del tema. En la que como se dice se gustaron...
El siguiente tema, presentado por Julio sobre un fondo de teclado, fue Prohibido Llorar, un tema que se construye entre todos los instrumentos y que gracias al sonido de esa noche, se convirtió en una de las mejores versiones que les he visto.
Acabaríamos la primera hora de concierto, con el Mismo Sol la Misma Duda, tema alegre y directo, que a todos no hizo saltar, y en la que los propios músicos se mostraron muy sueltos y divertidos.
Este fue el momento, reservado a la gran sorpresa de la noche, ya que Julio presento a Enrique Cajide y a Jorge Banegas, que se encontraban entre el publico, invitando a Jorge a subir al escenario, e iniciando una sección acústica de teclado y guitarra entre Julio y Jorge. Los temas elegidos, fueron Canción para un Niño, Nadie ha Gritado, La Otra Maria y el Viejo. En este tema Enrique Cajide se subió a la batería. Sin lugar a dudas una absoluta delicia y un regalo para todos los Asfalteros que estabamos allí.
Después volverían los Trípodes, aunque Jorge no se bajaría del escenario, y como sexteto interpretarían Es Nuestro Momento, donde Julio presentaría a los miembros de el grupo, en el formato ya habitual, en que cada uno se marca un pequeño solo. Sin duda la precisión interpretativa de toda la noche, claramente bajó por la inclusión de forma improvisada de Jorge, pero el nivel emotivo todavía aumentaría más.
Después de despedirse, pero sin llegar a bajarse del escenario, y con la misma formación se despidieron con el Días de Escuela, donde Jorge se mostró más perdido, con la personal adaptación del tema con el que habitualmente cierran Julio y los Tripodes.
Después de esto solo quedaba conducir hasta casa, y esperar el próximo concierto. Esperemos que no tarde.